martes, 22 de enero de 2008

Warisata: Escuela - Ayllu






* Este trabajo fue realizado por el compañero Marcelo Basso, a partir de las discusiones que generó en nuestro grupo el estudio de esta experiencia de educación popular.

Ya mucho se ha escrito sobre que en la historia social y natural del ser humano no existen las casualidades sino que hay causalidades, es un devenir dialéctico continuo por el que cada suceso es motivo y razón de un conjunto de sucesos anteriores. Y a pesar de conocer esto, no pude evitar el asombro y la impresión que me causó cruzarme con la historia de la Escuela Ayllu de Warisata. Tiene tanto interés desde el punto de vista filosófico, político, pedagógico, social y antropológico. Me pareció tan sorprendente que creo importante difundirlo a través de éste artículo, dado que entiendo es un hecho muy poco conocido, más allá de mi profunda ignorancia sobre la historia profunda de nuestros pueblos. Hay varias páginas de las que tomé los datos, y a través de ellas me entero también que existen varios libros al respecto. De éstas páginas se pueden bajar documentos mucho más extensos con todos éstos datos más pormenorizados.
Esta historia comienza en el 1930, en una época en la que los indígenas en Bolivia tenían prohibido aprender a leer y escribir bajo pena de tortura dado que eran considerados de utilidad para trabajar los campos de los terratenientes, sin paga alguna, al igual que para la explotación de las minas. Sin embargo muchos de ellos estudiaban a escondidas, y no solo aprendía a leer y escribir sino que leían literatura y filosofía que conseguían de algunos curas o universitarios que los ayudaban.
Warisata está en el Altiplano de la Provincia Omasuyos, del departamento de La Paz. Los InDios estaban obligados a trabajar cuando les era exigido por los hacendados, pero muchos vivían en comunidades de varias familias en forma de propiedad mixta, el ayllu, de extensas tierras en una pampa hostil entre el lago Titicaca y el nevado Illampu, cuyos vientos se cruzan inclementes. (denominados InDios según la autora por los mismos conquistadores que al observar su estado de paz e integración con la naturaleza los llamaron “in dios” que en italiano significa que llevan el dios, que están integrados a dios). Warisata quiere decir pampa de vicuñas, pues era una extensa llanura, donde las vicuñas bajaban a pastar, ubicada a unos 3.800 mts. sobre el nivel del mar.
Hasta allí llega Elizardo Pérez, un maestro rural pagado por el estado, que consigue una audiencia con a los Mallkus y a los Jilakatas (autoridades comunales) a los que convence para que le permitan y lo ayuden con hombres y materiales a construir la primer escuela indígena. Elizardo hablaba bien el aymara y eso le permitió explicar su proyecto, que fue asumido por Avelino Siñani, un ferviente autodidacta y autoridad indígena que acompañó de aquí en adelante todas las actividades de Elizardo. Todo esto nos muestra también cómo en esa época de persecuciones y represión feroz por parte de terratenientes y oligarcas, existían y se reproducían “instituciones indígenas que paradójicamente regían en las narices mismas de los hacendados, como restos de la cultura incaica.” (las comillas son transcripción literal del texto consultado)
Llegó entonces Elizardo a Warisata con los maestros de albañilería Manuel Velasco, de mecánica y cerrajería José de la Riva y de carpintería Quiterio Miranda. Al poco tiempo vino también su esposa y su hermano con su esposa también. La escuela es fundada el 2 de Agosto de 1931 y se inició con 150 alumnos, pero pocos padres se acercaron a colaborar hasta que no comprobaron la honestidad del proyecto. Cuando la escuela fue aceptada por la comunidad, lo cual sucedió a los pocos meses, pasó a ser gobernada por el consejo de amautas, o sea la máxima autoridad comunal.
En el ´32 se aprueba el proyecto por parte del estado y se envía el dinero para la construcción de la escuela. Tiene una construcción de dos pisos de estilo neotiahuanacota, rodeada de sembradíos El edificio diseñado según unos planos del Instituto Americano, tiene un patio de 750 metros cuadrados, con arbolillos, y jardín. El frente y los dos costados son de dos pisos, con cinco dormitorios para 150 camas, cinco salones de clase, cinco cuartos para oficinas y almacenes, seis salones para talleres, una dirección. Cierran el patio central: comedor, cocina y un cuarto de aseo. Ambos pisos tienen corredores de arquería. Se levanta sin necesidad de ingeniero ni arquitecto en solo un año de febril actividad. La Escuela cuenta con siete hectáreas, cedidas por campesinos y expropiadas a un terrateniente de Achacachi. Como era lógico, Elizardo acumula en Achacachi y La Paz, treinta tres juicios por usurpación de tierras y atentado contra la propiedad. El año 1933 la escuela inicia su actividad con 150 niños internos y 400 con asistencia media. En ese mismo año se publican poemas en aymara escritos en la escuela, lo que le vale la crítica y alarma de muchos oligarcas, y aumenta la planta docente a 7 profesores, lo que permite iniciar estudios y recopilaciones folclóricas y etno-gráficas de la zona. La comunidad y la escuela toma participación activa de la guerra del chaco con soldados y con donación de mercadería en forma voluntaria. Ese año también se expulsan de Warisata los curas párrocos por cobro excesivo de sus servicios religiosos, y un grupo de indios quechuas, enterados del éxito del proyecto, visitan la escuela para solicitar asesora-miento.
En el ´34 continúa la fuerte expansión del proyecto que toma estado público. Llegan a la escuela importantes artesanos para dar clases, a uno de los cuales se le encarga la inscripicón en las puertas de la escuela, del siguiente texto:
TAKKE JAKKEN UTAPA
WARISATT WAWAN CHCHMAPA
(El Esfuerzo de los Hijos de Warisata, para la liberación del hombre)

Para ese entonces llegaban a Warisata muchas solicitudes por parte de otros Ayllus para que se instalen escuelas subsidiarias, a tal punto que no había posibilidades materiales ni humanas de concretarlas. Ese año se inaugura una subsidiaria en Chachacomani, a 5000 metros de altura sobre el nivel del mar en las faldas del nevado. Tanto empuje había logrado Warisata que dado la insistencia de las comunidades vecinas, hasta se improvisaron maestros como Tiburcio Mamani, a quien el Corregidor lo hizo azotar cuatro veces para que desistiera de su tarea, pero él abría su escuelita a las seis de la mañana “trabajando con feroz determinación”.
En el ´35 los gamonales, o asendados, le cortan el curso de agua a la escuela y la extensión de los juicios y recursos legales produjeron una grave sequía en sus campos. Entonces el Parlamento Amauta convoca a cuatrocientas personas y se les informa que se agotaron los recursos legales y se decide a las diez de la noche “salir de inmediato armados de picotas, palas y barretas” para arreglar la toma de agua y la acequia situada a veinte kilómetros, lo cual se hizo acompañados por una procesión de 2000 indios que llegaron de distintos lugares. Ante esta situación de rebeldía, el juez convocó a una inspección ocular para expedirse sobre el tema, a la que asisten cincuenta jinetes armados de fusiles, escopetas, pistolas y foetes en representación de los terratenientes por un lado y de parte de la Escuela, el Director, E. Ibáñez, y el secretario Sosa. El juez estaba decidido a fallar en contra de la escuela, pero en ese momento tres mil indios aparecieron por detrás en la serranía. Los gamonales debieron restituirles la mita de 24 horas por turno que correspondía a la Escuela, con la firma de un documento realizado en una hacienda cercana. Desde ese entonces se decide la conformación de una guardia de seguridad permanente ante los periódicos ataques. Sin embargo hay que destacar que también recibió el apoyo increíblemente de funcionarios conservadores y liberales representantes de la aristocracia, que vieron en Warisata la digna lucha de los indígenas. Éste funcionario dispone la dotación de más tierras, sementales, semillas, aperos de labranza, herramientas, etc., destina un millón de bolivianos equivalente a unos doscientos cincuenta mil dólares, no obstante la situación crítica debida a la guerra del Chaco (dinero que nunca llega atrapado por la burocracia enemiga del proyecto). Decreta la creación de una Comisión especial de Educación Indígena integrada por el propio Elizardo, para liberarla del asedio del ministerio, y contrata en el Perú a dos maestros tejedores de alfombras, quienes se enamoran del proyecto y se quedan el resto de sus vidas luchando por la escuela.
En el ´36 el ministro cuestiona la creación de nuevos núcleos y Elizardo Pérez presenta su renuncia lo que causa un gran impacto en la opinión pública de toda Bolivia que para ese entonces ya merecía el reconocimiento de grandes medios, importantes periodistas, intelectuales y políticos nacionales, en particular de los partidos de izquierda, excepto algunos trostkistas. Todo eso hace que el presidente pida la renuncia del ministro y se restituya a Elizardo. El nuevo ministro funda personalmente cinco núcleos más. Ese año se cosechó trigo por primera vez. Se funda un nuevo núcleo en el Chapare, en la etnia de los Yuracarés y Quechuas, a orillas de los ríos Chapare e Ichilo, en Cochabamba y Cliza.
En el ´37 el presidente Busch decreta que el 2 de agosto se festeje el día del InDio en honor a Warisata, pero los ataques de todo tipo continúan, sobretodo de los terratenientes y la Sociedad Rural Boliviana. Ese años el presidente presentó un proyecto para expropiar toda la zona del ayllu de Warisata y ponerlo bajo las órdenes del consejo de amautas, pero la ley se ”traspapeló” en el congreso.
En el ´38 se inicia la fabricación de tejas con una máquina donada por Alemania. Se instalan dos hornos de gran capacidad para tejas y ladrillos todos los cuales se utilizan para nuevas escuelas y además se venden. Además se funda el boletín de Warisata. Para ese entonces la experiencia de Warisata era analizada por los ministerios de educación de todo el continente, incluso Estados Unidos. Comienzan a llegar funcionarios, intelectuales e investigadores que se quedan varios días en Warisata para convivir y conocer su proyecto.
Los ataques contra los comunitarios, los maestros, sus casas sus familias y sus tierras y contra las escuelas se hacen más intensos y se lanzan furiosas campañas de difamación en la prensa publicando cosas como ésta: la escuela es “un centro de subversión” “una célula de levantamiento social” ya que “desde el momento en que ampara el derecho de los InDios, ya es un arma comunista erguida en contra el principio de propiedad que desde épocas inmemoriales poseen sobre las tierras americanas los latifundistas de estirpe colonial”.
Pero también hay muchas expresiones de solidaridad: La Facultad de Derecho de la UMSA, envía a Warisata a los estudiantes del quinto año; uno de ellos, Juan José Vidaurre, anota: “El campesinado vivía con la sonrisa en los labios, trabajaba y rendía mucho más que cualquiera, sin sentir la menor fatiga, para él, cada día era una nueva etapa de superación... su gobierno funcionaba de la forma democrática más perfecta...”
El presidente Busch es asesinado y seguidamente comienzan a ser perseguidos y asesinados varios profesores de las escuelas. El nuevo presidente las entrega al ministerio, sus peores enemigos, y se suprime el ministerio indigenal. A pesar de ello las escuelas resisten y asisten al primer congreso indigenal interamericano en México, en donde el proyecto se aprueba por ovación y toman como modelo sus planes de estudio. México, Guatemala, Ecuador y Perú aplicaron esta política y escuelas con éste modelo continúan al día de hoy. Todo el ´40 y el ´41 son una sucesión de decretos y actos de gobierno tendientes a destruir totalmente la experiencia de Warisata. Tras la caída del Presidente Germán Busch, “la rosca minero feudal arremete contra los Núcleos Indigenales, sus directores son destituidos, las escuelas saqueadas, los estudiantes Perseguidos. Lo más atroz sucedió en el núcleo de Casarabe, donde los trescientos educandos fueron asesinados con el pretexto de que las escuelas eran células comunistas.”
Elizardo vivió sus últimos años en Argentina y falleció en 1980. Sus restos fueron repatriados y descansan junto a su inseparable amigo Avelino Siñani, en su Warisata amada. Avelino, el amauta sabio, murió, o mas bien se dejó morir de tristeza el 31 de enero del ´41.

Respecto del proyecto pedagógico
Al principio no tenía un proyecto definido que se fue construyendo a partir del trabajo diario y las necesidades de la comunidad. En el ´36 ya contaba con un proyecto que informaron a la Dirección Indigenal del Ministerio de Instrucción, y en el ´39 se había elaborado un proyecto educativo que se presentó en un congreso interamericano en el que se aprobó y recomendó como modelo educativo. Éste comprendía:
1 – Jardín infantil: edad 4 a 7 años, duración 3 años.
Se hace entrega de lotes a los niños para el cultivo de pequeños jardines y huertas, para desarrollar el sentido del trabajo. Hacen juguetes de barro. Se hace un seguimiento exhaustivo de su personalidad mediante ficha personal.
2 - Prevocacional: “ 7 a 10 años, duración 3 años.
Además de continuar el cultivo de su parcela accede a talleres en los que construye sus propios muebles y aprende construcción. Aprende castellano, y la clasificación de la flora y fauna de la zona. Se hace un seguimiento exhaustivo de la vocación del niño.
3 – Vocacional: “ 10 a 13 años, duración 3 años.
Se establece la vocación del niño, por la observación de su inclinación intelectual y manual. Tiene asistencia obligatoria a los talleres según su vocación.
4 – Profesional: “ 13 a 15 años, duración 2 años. Perfeccionamiento profesional: agricultura, ganadería, minería, carpintería, mecánica, zapatería, sastrería, sombrerería, hilandería y tejidos, talabartería, curtiduría, alfarería, etc.
5 - Normal: “ 15 a 17 años, duración 2 años. Pedagogía. Título de profesores Indigenales o campesinos.

La escuela está dirigida por una asamblea integrada por los Amautas que son las autoridades indígenas del Ayllu; son ancianos o padres de familia elegidos por la comunidad para dirigirla y hacer cumplir sus reglas ancestrales, no reciben paga por su trabajo pero son honrados y merecen mucho respeto. El Ayllu es la unidad social y económica de la comunidad y las decisiones del consejo de Amautas son consultadas democráticamente con toda la comunidad; la producción y el trabajo se rige por el principio de equidad. Ya para el ´39 el proyecto estaba en total desarrollo y contaba con más de 12 núcleos, constituidos por una escuela central a cargo de varias escuelas subsidiarias de otros ayllus. El Núcleo de Llica por ejemplo, llegó a tener treinta y siete Escuelas seccionales en cuatro Ayllus. Del núcleo de Warisata dependieron 33 escuelas aledañas 20 leguas a la redonda. Cada seccional era solicitada al núcleo por el ayllu interesado de acuerdo al desarrollo económico de la comunidad y con una cantidad no menor a 30 niños y por lo menos una hectárea para el uso. Por ejemplo, si era necesaria la producción de madera para aprovisionar los talleres de carpintería, se construía una escuela en una zona boscosa en la que se pudiera producir madera. La escuela subsidiaria se construía con el trabajo conjunto de la escuela matriz y la comunidad del Ayllu. Además de las clases y talleres, la escuela incluía la música a través de la formación de conjuntos musicales y coros de alumnos y de padres, y varios deportes para los que se organizaban torneos entre núcleos, formando equipos de box, tenis, fútbol, básquetbol y atletismo.
La escuela de Warisata logró desde un principio producir lo suficiente para autoabastecer sus comedores, producir sus muebles y además vender parte de su producción; como parte misma de la comunidad reorganizó toda la producción de la zona y reinstaló el sistema ancestral de trueque que ya estaba perdido; creó la feria de Warisata, que pasó a tener mayor importancia que la “oficial” de Achacachi. La escuela participa activamente de la vida de la comunidad cooperando solidariamente con los campesinos de la zona, asesorándolos y colaborando en sus labores. Los domingos convoca a toda la comunidad para la feria y desarrolla todo tipo de actividad culturales, como teatro, música artesanías, conferencias, y actividades deportivas como fútbol, básquetbol y tenis.
“Tres fueron los presidentes que consecutivamente apoyaron y se solidarizaron con la Escuela de Warisata, logrando la época de oro de la Educación Indigenal: Don José Luis Tejada Sorzano, prominente miembro de clase alta, el Gral. David Toro, primer presidente socialista que nacionalizó el petróleo y el joven general Germán Busch, cuya repentina muerte en el ejercicio del poder dejó inconsolable al pueblo que lo amaba, ambos sobresalientes militares formados en la contienda del Chaco.”
A pesar de su corta vida el modelo nuclear de Warisata llegó a producir 2 promociones de profesionales mucho de los cuales fueron destacados intelectuales e impulsores de la educación indígena; muchos de sus alumnos fueron actores destacados de las luchas bolivianas. Pero además su ejemplo trascendió las fronteras de Bolivia y fue modelo educativo en muchos países, incluso el de la revolución cubana que toma parte de sus principios de la declaración del Consejo Interamericano de Educación Indigenal, tomado de Warisata Escuela-Ayllu. Miles de escuelas indígenas se desparraman por Perú, Ecuador, México, Colombia, y sus planes de estudio han sido además para la construcción de varias Universidades Indígenas muchas de las cuales cuentas con sus propias páginas en la red.
Aspectos innovadores de Warisata Escuela –Ayllu.-
En su descripción pedagógica, el proyecto de Escuela Nuclear se basa en cinco valores:
- liberación,
- organización comunal,
- solidaridad recíproca,
- producción,
- revalorización de la identidad cultural.
Su propuesta educativa se basa en la búsqueda de un objetivo social: La Revolución Cultural de las Naciones Originarias o Indígena. Su fundamento filosófico se explica a través del simbolismo del descuartizamiento de Tupak Katari, que se compara con la desestructuración del Ayllu que sucede a partir de ese hecho histórico. “La unión de esos factores-miembros, son un modelo de desarrollo y progreso, helo aquí sistematizado y conceptualizado al fin para lograr la Revolución Cultural Indígena.” La educación se enfoca desde el punto de vista de la libertad pues Elizardo Pérez, piensa que no se puede educar en un estado de esclavitud ni reproducir el sistema de opresión.
La educación es una mas de las actividades de la comunidad, es una de sus necesidades más importantes, como lo demuestra el hecho de que inmediatamente a comprobar su éxito, muchas comunidades indígenas la solicitaron y hasta la implementaron de propia iniciativa. Está dirigida y desarrollada por ella misma. Su actividad está integrada a todas las actividades sociales, tanto productivas, artísticas, intelectuales y deportivas, y se constituye en eje organizativo de la comunidad. El niño aprende a ser miembro de su comunidad, adquiere su cultura y encuentra su lugar vocacional en el que desarrollar mejor su actividad social. La escuela es centro de encuentro social y un espacio de producción cultural de las expresiones que se originan en el propio ceno de la comunidad. La escuela participa activamente de la comunidad y todas sus actividades dependen de las necesidades comunitarias. Su dirección está a cargo de los órganos de gobierno comunitarios representados por el Consejo de Amautas; sus profesores son también miembros activos de la comunidad pero además deben ser ejemplo de sus enseñanzas.

Para terminar deseo hacer algunas reflexiones:
En ningún momento de la carrera docente se menciona esta experiencia, y aún en las propuestas pedagógicas más progresistas se nota la ausencia de las importantes enseñanzas que pueden obtenerse de ésta experiencia a pesar de que son anteriores. Tantas propuesta pretendidamente transformadoras como el constructivismo, y la infinidad de autores “de consulta obligatoria” que normalmente se refieren a sus experiencias en Europa y Estados Unidos, han aportado respuestas contundentes a nuestras realidades latinoamericana. Sin embargo son ejes de las doctrinas pedagógicas que se definen en lejanos escritorios para “integrar a la nación, y darles igualdad de posibilidades a los ciudadanos”. Nunca en la historia del sistema educativo oficial la escuela ha sido expresión de las necesidades de una comunidad, y mucho menos ha estado dirigido por una de ellas. A pesar de que se sabe que la educación solo ha reproducido una cultura de dominación solo útil al poder político-económico, los sectores populares y revolucionarios no han logrado desarrollar propuestas alternativas par un sistema educativo transformador. La experiencia de Warisata nos muestra la importancia cultural que tiene para una comunidad la Autonomía político-económica como condición inicial para organizar su propio sistema educativo.
Las comunidades indígenas cuentan con una cultura que parte de una concepción dialéctica de la naturaleza humana y con esa base se organiza todo su sistema socioeducativo. Y esto demuestra también que no bastan parches pedagógicos, ni son necesarios con un inmensos presupuestos ni concepciones obreristas de la docencia para un buen sistema educativo; es necesario abandonar los preseptos culturales y filosóficos del capitalismo para desarrollar desde la autonomía cultural un mecanismo propio para la formación de nuestro pueblo.
En este momento pienso en la Ley federal de Educción tan defendida por el ministro Filmus, y todos los parches inútiles por él mismo elaborados, y parece increíble que sostenga con semejante descaro que la educación está por buen camino. Pienso también en nuestros jóvenes y los gravísimos problemas socio-culturales, y en la grave inacción de nuestra sociedad, de los docentes, y en la aún mas grave inacción de los gremios, respecto del problema de la educación.
Volviendo a lo dicho al principio, esta historia me hace pensar también que no es casual que la experiencia de Warisata haya comenzado en este lugar en donde perduraron concepciones políticas y filosóficas muy distintas del capitalismo, no es casual que el imperio tenga tanto interés en controlar este territorio, y no es caprichoso pensar que este pueblo tiene aún inmensos aportes que hacernos.
Marcelo Basso

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi nombre es Harumi, vivo en Puebla Mexico, soy miembra del colectivo estudiantil "Yollotlanemilistli" y egresada de la licenciatura en filosofia; aqui en Mexico el panorama educativo -general- es deprimente, salvo contados esfuerzos no escolarizados que levantan la esperanza. Me causa gran orgullo encontrar en la historia nuestroamericana la escuela ayllu de Warisata, uno de los ejemplos de triunfo educativo de los pueblos originarios, gracias por compartir esta informacion.